El gran problema de África es el acceso al agua, ya que condiciona el modo de vida de millones de africanos. En primer lugar, la falta de una infraestructura en este tema afecta a todos los aspectos de la vida: a las mujeres, a la salud, a los niños… Por otro lado, el cambio climático también es un agravante, debido a las sequías y el acceso al agua es todavía más difícil.
Sabemos que la importancia del agua para la vida es indiscutible. Los seres humanos necesitamos disponer de fuentes de agua potable para poder mantener la buena salud. Además de para cocinar nuestros alimentos y cuidar nuestra higiene de forma óptima, también es necesaria para cuidar del ganado, lo que supone base de la economía Masai. Como decía Daniel: “Si un Masai pierde una vaca, pierde su vida”.
A día de hoy se sabe que los problemas de salud derivados de la escasez y el consumo de agua contaminada son muy graves, además de muy numerosos: deshidratación, hambrunas, mortalidad infantil, enfermedades causadas por la falta de higiene, diarreas, disentería, cólera… Además, y especialmente en África, el agua contaminada es uno de los mayores aliados a la hora de expandir el VIH por todo el continente.
Movidos por esta situación nace la inquietud y la necesidad de querer ayudar. El objetivo principal es la construcción de un pozo, y de esta manera hacer una sociedad sostenible y abastecida de este gran bien que es el agua. Para poder financiar el proyecto y hacer eco de esta problemática, hemos iniciado pequeños proyectos.
El otro gran problema de Africa en general, es el acceso a la sanidad. En nuestra zona en particular, el problema es la falta de centros sanitarios. Los cuales se encuentran a largas distancias de los poblados, a lo que hay que añadir la falta de medios de transporte tanto particulares como públicos y mas concretamente, desde el dispensario al que ayudamos, la falta de una ambulancia. Con lo que la situación se agrava.